Este miércoles 14 de marzo, Alternativa l@s invita a participar en el evento: "La salud de l@s niñ@s es primero: no a la comida chatarra.
La cita es a las 11:30 hrs, frente al Papalote, Museo del Niño.
Saludos!!
La cita es a las 11:30 hrs, frente al Papalote, Museo del Niño.
Saludos!!
15 de marzo: Día Internacional de los Derechos del Consumidor
Propuesta de movilización
En México están presentes ya todos los fenómenos de la sociedad de consumo. No obstante, en nuestro país existe un problema cuya gravedad salta a la vista: el alto consumo de alimentos de baja calidad nutricional y alta concentración calórica (también llamada comida chatarra), principalmente refrescos y todo tipo de pastelillos y frituras.
Para dar una idea de la gravedad de la situación, somos el segundo más alto consumidor de refrescos en el mundo --149.9 litros al año por persona--, sólo atrás de Estados Unidos. El fenómeno afecta a toda la población, pero es especialmente preocupante entre l@s niñ@s y l@s jóvenes mexican@s, sometidos a una intensa campaña de mercadotecnia por parte de la industria fabricante de este tipo de alimentos. FEMSA, la principal embotelladora de Coca-Cola en México, gasta casi 80 por ciento de sus costos operativos en mercadeo y ventas. Además, el consumo de alimentos chatarra en los espacios escolares (y en general en todo tipo de espacios públicos) representa un enorme negocio promovido por esta industria con la complicidad o la anuencia negligente de funcionarios públicos.
Las altas ganancias de estas corporaciones (además de FEMSA, están Pepsico, fabricante de Pepsi Cola y Sabritas; Bimbo, Mc Donalds etc.) se están obteniendo a costa de la salud de la población y del erario público. El sobrepeso y la obesidad crecen de manera alarmante. Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, revelan que en México el porcentaje de personas con sobrepeso u obesidad aumentó de 60 por ciento en 2000 a 70 por ciento en 2006. En el caso de la población infantil el porcentaje de niñ@s de 5 a 11 años que padecen sobrepeso u obesidad es de 26 por ciento, mientras que en 1999 esta cifra era de 18.6 por ciento.
Las consecuencias más frecuentes de estos padecimientos son Diabetes Mellitus y enfermedades cardiovasculares, además del daño a la autoestima de las personas. La diabetes es ya un grave problema de salud pública; tan sólo en su tratamiento, el IMSS y el ISSSTE gastan anualmente 317 millones de dólares.
En el marco del Día internacional de los derechos del consumidor, tres secretarías del CEF --Relaciones Internacionales, Jóvenes y Relaciones Políticas y Alianzas, hemos unido esfuerzos con el Comité del DF y algunas organizaciones de la sociedad civil para convocar a una movilización este 14 de marzo en torno a la grave amenaza que representan los alimentos chatarra para toda la población, en especial para niñ@s y jóvenes. Las principales demandas que enarbolaremos ese día, son:
· Eliminar todo tipo de publicidad sobre alimentos de baja calidad nutricional y alto contenido calórico sobre todo la dirigida a niñ@s y jóvenes, de los medios de comunicación masiva (radio y TV) y en todo tipo de espacios públicos, especialmente en las escuelas.
· Promover la sana alimentación en los espacios públicos, sobre todo en las escuelas, lo que implica eliminar los alimentos chatarra de esas instalaciones y promover una dieta más adecuada. Hasta ahora la mayoría de las medidas que han tomado las autoridades se ha limitado a exhortos a las cooperativas y a las autoridades escolares que no han surtido ningún efecto. Se requiere de una prohibición expresa que se establezca en las leyes y reglamentos en los ámbitos de la salud y la educación, principalmente. Sólo en dos estados –Jalisco y Baja California-- la ley prohíbe expresamente la publicidad, la venta y el consumo de alimentos de baja calidad nutricional. Han existido muchas iniciativas al respecto que han sido rechazadas –incluso una en el ámbito federal— debido a las presiones y al cabildeo que realizan las 45 empresas más grandes del ramo de las bebidas, alimentos, cigarrillos y otras mercancías, agrupadas en el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, A.C. (ConMéxico).
· Establecer políticas públicas que inhiban el consumo de alimentos de baja calidad nutricional y alto contenido calórico, debido a la amenaza que ya representan para la salud y las finanzas públicas. Por ejemplo, aumentar los impuestos a este tipo de alimentos, en especial a los refrescos. En contrapartida, establecer una política de subsidios enfocados a la población de bajos recursos para que consuma alimentos sanos, sobre todo frutas, verduras, cuyo precio se ha ido incrementando casi en la misma proporción en que ha aumentado el consumo de alimentos chatarra. Esta última medida puede ser más viable si se introducen estos criterios en las políticas asistenciales ya existentes, como el programa Oportunidades y los diversos programas que apoyan la nutrición y la salud en este segmento de la población.
15 de marzo: Día Internacional de los Derechos del Consumidor
Introducción al tema
Uno de los nuevos movimientos sociales y civiles con mayor desarrollo en el mundo actual, es el de los llamados consumidores conscientes.
Esta movilización es una respuesta al predominio de un nuevo tipo de sociedad, la llamada sociedad de consumo, la cual ha sido impulsada principalmente por grandes corporaciones con el fin de asegurar ganancias siempre crecientes mediante la promoción del consumo sostenido de todo tipo de productos, no importa que éstos sean o no necesarios; tampoco importa si son o no saludables, o si este incremento irracional del consumo (y por tanto de la producción) está acelerando la destrucción de recursos naturales y no sea ecológicamente sustentable. El consumo compulsivo se impone como un estilo de vida inducido mediante gran cantidad de recursos y técnicas (mercadotécnicas, principalmente), la mayor parte de las cuales se basan en la manipulación de valores personales y sociales.
El fenómeno de la sociedad de consumo constituye un gran reto para partidos políticos como Alternativa, comprometido con las causas de la sociedad civil. Es en el ámbito del consumo donde ahora se están librando muchas de las batallas por el derecho a una vida digna y sin opresiones; ahí también se lucha por el ejercicio responsable e informado de la libertad y la autonomía, tanto de las personas como de las comunidades y naciones, frente a los grandes poderes económicos.
La movilización de los consumidores no se limita, como fue en sus inicios, al problema de los precios y la calidad de los productos y servicios. Las demandas abarcan ahora prácticamente todos los aspectos involucrados en el proceso:
· Lucha contra esquemas de producción impuesta por la globalización económica cuyas consecuencias son negativas. Por ejemplo, la llamada deslocalización de la producción traslada fábricas y actividades completas de un país a otro en busca de menores costos, sobre todo de mano de obra, y de menores regulaciones de todo tipo, principalmente las de carácter ambiental. Una demanda del movimiento de consumidores, por ejemplo, es contra la explotación de la mano de obra infantil. Se dan casos en China donde firmas globales productoras de tenis pagan a l@s niñ@s un dólar por una jornada de 10 horas.
· Consumo responsable, lo cual implica restringir o eliminar el uso de productos cuya fabricación o comercialización se hace mediante prácticas depredadoras de recursos naturales y dañinas para el medio ambiente.
· Comercio justo. Como promover la compra de productos generalmente orgánicos (lo que casi siempre significa mayores costos relativos) obtenidos por campesinos o pequeños productores en los países pobres que no cuentan con altos subsidios como los que otorgan a sus productores los gobiernos de países desarrollados (productos agrícolas como café, chocolate, vainilla, etc.).
· Consumo saludable. El principal campo de acción es la lucha contra los llamados alimentos chatarra (o de baja calidad nutricional y alta concentración calórica) los cuales provocan enfermedades como sobrepeso y obesidad y sus secuelas (diabetes, enfermedades cardiovasculares). O la lucha por eliminar de los alimentos sustancias comprobada o potencialmente dañinas. En el primer caso están los conservadores, aditivos o las hormonas usadas para hacer crecer al ganado y a las aves. En el segundo caso están los alimentos elaborados con productos transgénicos o genéticamente modificados. Si bien hasta ahora no se ha confirmado algún efecto nocivo en la salud de este tipo de alimentos, tampoco se ha comprobado que no la dañen a mediano y largo plazos.
· Derecho a la información veraz para la toma de decisiones del consumidor, como el conocimiento de los procesos de fabricación y la adecuada etiquetación de los productos, sobre todo de los alimentos.
· Contra la manipulación y la imposición de hábitos y valores que promueven el consumo irracional. sobre todo contra las cada vez más refinadas técnicas de comercialización (publicidad engañosa, manipulación de valores y emociones) que se usan para promover el consumo. En muchos países está ya prohibida la publicidad, sobre todo la orientada hacia la infancia y la juventud, que son más susceptibles de ser manipuladas por la publicidad engañosa.
· Contra las prácticas monopólicas que imponen precios y condiciones (el caso de Microsoft y el programa operativo Windows, por ejemplo). Una variante importante de esta lucha es la batalla por evitar que las grandes corporaciones, se apropien del patrimonio de la humanidad para obtener ganancias privadas mediante el registro de patentes de seres vivos (su código genético) o mediante la vigencia de cientos de años de otro tipo de patentes. Esto afecta no sólo a la equidad para el desarrollo y aprovechamiento de la ciencia y la tecnología, sino también la creatividad en el campo de la cultura y las artes.
· Contra la socialización de las pérdidas provocadas por los hábitos de consumo que promueven las corporaciones. Los estados, sobre todo sus sistemas de seguridad social, están pagando ya un alto costo por los efectos nocivos del consumismo en ámbitos como la salud. Es el caso de los gastos en atención a enfermedades producto del sobrepeso y la obesidad, enfermedades cardiovasculares y degenerativas, diversos tipos de cáncer, como el de vías respiratorias y los bucales producidos por el consumo adictivo de tabaco. De esta manera, son los impuestos los que subsidian las ganancias de corporaciones.
El recuento que hemos hecho de los ámbitos de acción del movimiento de consumidores, no es exhaustivo. Sus derivaciones son más amplias y tienden a la crítica de buena parte del actual sistema de relaciones humanas basado en el dominio irrestricto de las prácticas de mercado, el consumo irracional y la maximización de las ganancias sin importar sus efectos desequilibrantes.
Carlos Martínez de la Torre
Secretario de Relaciones Políticas y Alianzas
mas sobre este tema ir a http://www.andreslajous.blogs.com/
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