CONVENCION NACIONAL REPUBLICANA: DIA UNO ANTES QUE EL HURACAN GUSTAV EN MINNESOTA PEGO EL HURACAN BRISTOL

La jugada maestra que traía entre manos el Senador McCain: la nominación de una mujer que apaciguara a la derecha evangélica, le diera un poco de aire juvenil a una campaña prematuramente envejecida y - en una fantasia mayor que si McCain tuviera, que no tiene ,algun arrebato sexual- que pudiera jalar el voto de las partidarias "decepcionadas" de la senadora Clinton; se le vino abajo bajo el influjo de dos huracanes. El Huracan Gustav y el huracán Bristol.
Nuevamente usando ingenio y haciendo uso perfecto de la oportunidad que un desastre natural le ofrecía, McCain suspendió el primer día de la Convención Republicana so pretexto de las víctimas potenciales del Gustav. Aprovechando además qu se cumplían tres años del desastre en Nuevo Orleans que provocó no el huracán Katrina sino la ineptitud de gobierno de Bush; quiso esconder la pobreza de su convención y marcar las diferencias con el gobierno Bush, bajo el manto protector de un "conservadurismo compasivo" que se habría dedicado ante las cámaras de televisión a solicitar ayuda y solidaridad con los damnificados.
Aunque los daños que ha dejado y sigue dejando Gustav son altos no son son tan mediáticos como los estrategas de su campaña esperaban. En cambio la naturaleza humana tan caprichosa como la otra proporcionó otro huracán que amenaza con oscurecer el anterior y tirar por la borda lo poco que le queda de credibilidad a los republicanos. Bristol la hija de 17 años de la gobernadora Palin seleccionada como su pareja en la vicepresidencia, está embarazada de 5 meses. Lo que demuestra que las decisiones que aparecen como geniales tomadas al calor de la noche y de la ambición a veces tienen un efecto contraproducente. Nada tendría de malo que una jovencita de 17 años estuviera embarazada salvo en ese campo vergonzoso y fariseico del conservadurismo evangélico cuyo cinismo solo se compara con el cinismo de nuestras derechas latinoamericanas.