en la patagonia

en la patagonia
uuy hace frio

Monday, September 24, 2007

MAS PONENCIAS PRESENTADAS EN EL SEMINARIO SOBRE EL FUTURO DE LA SOCIALDEMOCRACIA EN MEXICO: UN INTERCAMBIO GENERACIONAL

MESA: GLOBALIZACIÓN, MUNDIALIZACIÓN Y SOCIALDEMOCRACIA EN EL MUNDO
¿Dónde entra la socialdemocracia?

FABIOLA MONTIEL
El socialismo democrático le apuesta al reforzamiento de la clase obrera para organizarla políticamente, formarla para la democracia y para la lucha EN el Estado por todas las reformas que conduzcan a la elevación de la clase obrera y a la transformación del estado en el sentido de la democracia[1], decía Bernstein en 1897.
Desde entonces, cambió la revolución que se llevaba a cabo para dar paso a la Tecnológica y de la Comunicación. A nivel social han cambiado las condiciones para tener los tipos de Estado que nos gobiernan. Las actitudes de las personas en las formas de organización y movilización y también los tipos de trabajo. La idea de integrar sólo a los trabajadores y trabajadoras organizados y a los sindicatos es errónea para asegurar el cambio.
El cambio social ha sido acelerado por las nuevas tecnologías de comunicación, para bien y para mal, y hablamos de vivir en un mundo globalizado como si entendiéramos enteramente a qué se refiere el término y tendemos a verlo como un todo para atacarla o decir que es el triunfo del neoliberalismo.
A pesar de que se puede generalizar sobre la globalización al decir: hoy las distancias son más cortas. ¿Qué significa esto? ¿En verdad nuestro mundo se hizo más pequeño? ¿Sí nos conocemos y entendemos mejor que antes, de cultura a cultura?
Es un término común, sin embargo, no existe consenso “global” para su definición. Tiene diferentes sentidos y puede ser interpretado al gusto, según sea la principal intención de quienes lo utilizan.
Sin embargo, podemos encontrar características que atraviesan todas las definiciones del fenómeno como señala Beck:
a) Los Estados construyen acuerdos económicos más allá de las fronteras y se crean dependencias económicas donde el mismo Estado ya no tiene total control.
b) El crecimiento y la aceleración de las redes económicas y culturales operan en una escala –y sobre una base- mundial. De manera que se crean vínculos y espacios que superan las fronteras políticas, se revalorizan las culturas locales y se vuelven más importantes otras culturas. Apreciamos culturas diferentes a la nuestra y las intentamos entender en el contexto de origen.
c) Definitivamente existe un cambio tecnológico acelerado.
El último apartado es muy importante ya que todo proceso de globalización –sea económico, político, jurídico o social- se caracteriza por la incorporación de la ciencia y la tecnología, las cuales han experimentado un rápido desarrollo y avance sobre todo en los últimos veinte años y a partir del término de la primera guerra mundial.
La globalización y la tecnología actual, aplicada a la información, las comunicaciones y el transporte, han reducido considerablemente los espacios y las distancias, haciendo real un espacio único o simultáneo o instantáneo, en el tiempo. Esto significa que los acontecimientos que tienen su origen en una parte del mundo, repercuten de igual manera y con la misma intensidad en cualquier otro lugar del planeta. Podemos decir que algunos de los problemas individuales y sociales tienen sus por qués más allá de límites geográficos y territoriales, fuera de control de la persona u organización que los padece.
Para hacer la diferenciación entre globalización y mundialización, algunos autores señalan que alude al mismo fenómeno y uno es un anglicismo y el segundo es la propuesta francesa del término.
Otros autores señalan que mundialización es un proceso de colonización y reparto de tierras y de sistemas políticos a nivel mundial que se inició en el siglo XVI con las navegaciones comerciales y de expansión de los reinos de España, Portugal, Francia e Inglaterra, a través de los océanos. Se mundializan los sistemas de producción.
Volviendo al fenómeno de la globalización, se debe precisar que no sólo es económica. En realidad involucra áreas que al ser cambiadas, afectan a las sociedades de todo el mundo. De las cuales mencionaré sólo algunas.
Una de las ideas que se globaliza es que la ideología neoliberal ha triunfado. Ésta se refiere a que a través del Estado se privaticen los recursos de las naciones, se abran los mercados a empresas trasnacionales sin control y es tan aplastante su enfoque económico que sólo se pone atención a los beneficios redondos de dinero. Eliminando o dejando en segundo plano los derechos sociales, económicos y ambientales de quienes no son dueños del capital. A nivel social, hay una mayoría despolitizada y minorías muy activas políticamente.
La segunda idea globalizada es que el único y mejor régimen político es la democracia representativa, con programas para promover y proteger los derechos humanos. El problema de estos estados es que tampoco hay una participación ciudadana fuerte y de nuevo se encuentra la mayoría de la población despolitizada y ajena al activismo.
Otra característica importante es que el Estado está más preocupado en actuar tan sólo como administrador de los recursos que permite la concentración de poder y de capital internacional en manos de las empresas transnacionales. Dejándolas manejar sus negocios sin mínima regulación del estatal con consecuencias laborales y económicas que afectan en mayor medida a trabajadores y trabajadoras.
Los derechos de quienes no son dueños del capital se ven deteriorados y como el Estado tiene poco interés en resolver estos abusos, los buena de la globalización es se forman más organizaciones civiles para actuar en determinadas situaciones. La sociedad civil se organiza.
Sin embargo, los derechos humanos siguen siendo una carta de buenas intenciones porque no es competencia solamente de la sociedad civil luchar por los derechos si el Estado no colabora e impide que estos se protejan sobreponiendo intereses comerciales.
Se intenta a través de todos los poderes no formales del Estado de imponer un modelo de cultura occidental. Un estilo de vida ideal que es exportado de las naciones que son económicamente más fuertes. Se exportan productos culturales que buscan reforzar y legitimar el discurso de los países más fuertes. La esperanza es que así como se incrementan las diferencias culturales aunque si podemos compartir uno que otro valor a nivel mundial, al contrario de imponernos un estilo de vida podamos ser capaces de reconocer en la diferencia el respeto a las culturas.
Los efectos de la globalización en lo económico para la mayoría de la población son muy negativos.
La globalización ha traído un proceso desmedido e incontrolable de apoderamiento de la riqueza por muy pocos haciendo que se incrementen las desigualdades globales, como señala Beck en el texto “La Paradoja de la Globalización”[2]. Según él, en cuarenta años a partir de 1960, justo cuando algunos autores señalan el inicio del aceleramiento de la globalización, el 20 por ciento más rico de la población pasó de tener el 70 por ciento de la renta global a tener el 90 por ciento en el año 2000.
Este hecho rompe con uno de los objetivos del programa político de la socialdemocracia que habla de eliminar la desigualdad social pero si lo ha logrado hacer en aquellos países donde ha gobernado.
Bernstein señalaba que “La lucha de la socialdemocracia no está limitada a un solo país, sino que abarca a todos los países en los que ha hecho su entrada el desarrollo moderno”.[3]
Tanto el cómo David Held creen que el desarrollo de las comunicaciones puede llevar al entendimiento entre las personas porque provoca un sentimiento de fraternidad y comprensión en referencia al otro.
El reto de la izquierda socialdemócrata es no ver sólo lo negativo de la globalización y modernizarse en la forma de acercarse a las ciudadanas y ciudadanos políticamente activos.
La socialdemocracia tiene futuro si está preparada para dedicar y realizar estrategias de promoción en espacios donde los ciudadanos y ciudadanas más activas pasan horas buscando información sobre noticias, entretenimiento, servicios, datos y militante, según Wolton.
¿Cómo entramos entonces en este proceso en un mundo globalizado?
Se el movimiento lo es todo, el reto de la socialdemocracia es provocar y acompañar el movimiento, organizar a las ciudadanas y ciudadanos hacia la libertad de acción política, la reivindicación de los derechos humanos y construir una forma de gobierno que garantice las condiciones mínimas de desarrollo para todas y todos, sin distinción. Hacerlo en un mundo donde el Estado ha perdido poder y las desigualdades aumentan por la aceleración en los cambios tecnológicos.
Construyamos entonces la estrategia con la cual se puede lograr un cambio en un mundo globalizado y hagámoslo desde adentro y desde abajo.
Conforme siga el avance del cambio tecnológico en la comunicación, requeriremos esfuerzos para entrar en las nuevas formas de comunicación. Este intento es a nivel individual, institucional y social.
Específicamente, tenemos que entrar a la producción de mensajes para competir a lado de las mismas fuerzas y poderes con las cuales competimos en arenas tradicionales. Esto es necesario para hacer contrapeso ideológico a las grandes empresas y monopolios de las agencias de noticias, las empresas trasnacionales que venden servicios y bienes, todas las organizaciones civiles, institucionales y estatales. Esto es en el espacio de la información en red.
A este contrapeso que idealmente crearemos, se le une las acciones los internautas. La posibilidad de que una persona pueda compartir información en Internet, hace revalorizar el concepto de retroalimentación de las teorías de la comunicación porque le da al receptor el poder de difundir lo que piensa.
Wolton señala que este poder del receptor le permite al usuario o usuaria entrar en la negociación de qué es lo que se dice y contribuir a la formación del discurso. Tiene un principio de igualdad, no de quiénes si tienen acceso a Internet, en México hay sólo 22.7 millones de internautas, sino que todas las personas con acceso a Internet pueden obtener información, tienen la posibilidad de crear conocimiento, discurso y actuar. La meta es que se pueda actuar de manera organizada.
La revolución de la comunicación ha sido clave para dar a las personas insertadas en ésta un grado mayor de libertad e igualdad porque ya no sólo escuchamos pasivamente los que nos dictan los grandes países exportadores de las productos de las industrias culturales sino que el receptor se vuelve más importante al él mismo poder ser emisor, conservando las dimensiones, para informar y comunicar su visión de las cosas y del mundo.
En los espacios de comunicación virtuales, en Internet a modo de generalizar, se dan intercambios de información y comunicación de una manera más incluyente y democrática.
La desigualdad social va a ser atacada sólo cuando estemos en el poder y hoy nuestros discursos son sólo palabras también dirigidas a un sector mayoritariamente educado.
El mayor reto sigue siendo el de organizar a las personas. Tanto en las calles como en los espacios virtuales.
Esta idea desde luego trae sospechas sobre el por qué del uso de las nuevas tecnologías dedicadas a llegar a los que pensamos tienen mejores condiciones sociales sin encontrar un lazo con los sectores más desprotegidos del mundo.
La respuesta es que no tenemos que enfocarnos sólo en este segmento de la población pero no hay una razón de fondo para dar por sentado que solamente con que tengamos unas páginas de Internet, atractivas, los internautas van a ser activos para la socialdemocracia. Pensar que sólo por tener anuncios de nuestras actividades en los sitios de Internet de periódicos nacionales ya estamos llamando a la acción a nuestros militantes y nuevos simpatizantes es casi poner en manos de la alquimia a nuestra fuerza de movimiento y acción.
Ya no hay absolutos. No se puede afirmar que las nuevas tecnologías solamente reproducen canales tradicionales de inserción de discursos hegemónicos a través de los mensajes de los países dominantes.
La revolución de la comunicación supone un beneficio a los usuarios y usuarias de dejar de ser simples receptores y entonces, pueden regresar la información y crear contenidos que no son dictados por las grandes agencias de noticias. Ahí está la oportunidad de actuar desde adentro y desde abajo.
Si la socialdemocracia es el único camino para contrarrestar los desequilibrios del nuevo orden mundial, como asegura Held, internacionalicemos las ideas socialdemócratas ayudados por las nuevas tecnologías.
Preparemos a la ciudadanía.






[1] Bernstein, Eduard. Socialismo Democrático. Pág. XXX Estudio Preliminar.
[2] Beck, Ulrich. La Paradoja de la Globalización. Publicado en El País el 5 de diciembre de 2002. Retomado de la dirección: http://www.globalizacion.org/biblioteca/BeckParadojaGlobalizacion.htm
[3] Bernstein, Eduard. Socialismo Democrático. Pág. 129.



MAFÍAS, PERSONAS O PROYECTOS, EL RETO DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO
NOEMI RAMÍREZ LUCERO

Los problemas de la educación en México parecen interminables, podría dividirlos en tres grandes grupos: Uno de ellos hace referencia a la desigualdad e inequidad en el acceso y permanencia; el segundo a la calidad y el tercero y no menos importante el referente a la ineficacia y corrupción del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Iniciaré haciendo un muy breve recuento de los problemas que enfrenta nuestro actual sistema educativo. Dentro del primer grupo referente a La Desigualdad e inequidad, encontramos la discriminación cotidiana y la inequidad educativa hacia grupos indígenas que se ve reflejada en numerosos informes presentados tanto por ONG nacionales como organismos internacionales.

Para ejemplo y muestra de ello basta revisar “Los Índices sobre los Derechos de la Niñez Mexicana de UNICEF, México”, donde nos percatamos que la niñez indígena es la población con menores índices de asistencia escolar y son precisamente quienes no logran terminar la escuela primaria, para ser precisa “el 40% de la población indígena de 15 años y más no ha terminado la escuela primaria”[1].

En esta semanas, los periódicos hablan sobre el escaso nivel de calidad en las escuelas indígenas y como no van a tener los índices más bajos si encontramos que en “51% de las escuelas indígenas uno o dos profesores atienden los seis grados de primaria”, según datos del Observatorio Ciudadano de la Educación.
Frente a estos problemas encontramos como respuesta de las autoridades, constantes reducciones al presupuesto asignado al sistema de educación intercultural como podemos observar en la siguiente gráfica.

Como advertimos en la gráfica anterior, en 2002 el presupuesto asignado fue de $83.592,600; en 2003 descendió a $60.334.337; en 2004 disminuye a 38,474,339.00 para finalmente en 2005 registrar un monto total de $36.052.207.

Por otro lado la desigualdad y la inequidad en el acceso y permanencia de la educación se evidencian con aquellas personas que tienen algún tipo de discapacidad. No habiendo datos a nivel federal, haré referencia al estudio de la UNICEF y el Gobierno de la Ciudad del 2006 donde se revela que: “En las tres delegaciones más pobladas de la Ciudad de México (Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Álvaro Obregón) viven aproximadamente la mitad de los niños y niñas con algún tipo de discapacidad que no asisten a la escuela; las cifras arrojan 52% para el subgrupo de 5 a 9 años y 50% para el de 10 a 14 años.[2]

Con estos indicadores ¿como podemos decir que a través de la educación vamos a eliminar la desigualdad? si parece que los mismos centros educativos refuerzan estas desigualdades frente a grupos etnolinguisticos, personas con discapacidad e incluso madres solteras adolescentes.

En la segunda categoría de problemas esta el de la calidad de la educación. Durante mucho tiempo se dio demasiada importancia a la cobertura sobre la eficiencia de los servicios educativos, y es que es tan compleja la dinámica de la educación que no solo debemos poner atención en el alumno o en las aulas, hablamos de un sistema donde intervienen otros factores como son: la formación de los profesores, la pertinencia de los libros de texto, el entorno escolar, la familia, y el famoso SNTE.

Al haber centrado los ojos en la cobertura, cosa que aún no resolvemos completamente, descuidamos la calidad que claramente se ven reflejadados sus niveles tan bajos en pruebas internacionales, como el Programa Internacional de Evaluación a estudiantes (PISA) donde se evidencian que la mitad de los alumnos mexicanos de 15 años no entienden bien lo que leen, con disparidades significativas entre las escuelas privadas urbanas y las comunitarias o indígenas[3].

Para abordar el tercer gran problema de la educación en México, referente al SNTE iniciaré con la categorización que realiza el pedagogo y filósofo Gadotti sobre los tipos de sindicalismo magisterial:
El primero que menciona es el “sindicalismo de contestación o confrontación política” caracterizado por la radical oposición a un régimen y por la negación de establecer cualquier tipo de relación con el Estado debido a la gravedad de las contradicciones que lo enfrentan con su movimiento.

Una segunda relación del sindicalismo con el gobierno es el que llama “sindicalismo de carácter reivindicativo” en el que la organización de sus agremiados sólo se concentra en la lucha por sus salarios pero adopta una conformación corporativa en todas las demás relaciones que guarda con el gobierno. En este tipo de relación los sindicatos no se comprometen con reformas y mejoras a la educación.

El tercer tipo de sindicalismo magisterial, de acuerdo con Gadotti es el “sindicalismo autónomo y crítico”. En este tipo de sindicalismo el magisterio mantiene independencia frente al poder y los partidos políticos. Esta comprometido con las mejoras salariales y con reformas sustanciales en el sistema educativo. Esto no cabe duda da un margen de capacidad autónoma de negociación, ya que no se opone totalmente al Estado sino que lo confronta, pero también dialoga y llega a acuerdos cuando es necesario.

De acuerdo a esta clasificación que hace Gadotti, el SNTE se inserta en la categoría de “sindicalismo reivindicativo” que solo apuesta a la mejora de salarios en el mejor de los casos pero evidentemente sin ningún compromiso con elevar y transformar la educación en nuestro país.

Porque a quien le cabe duda que el SNTE solo reivindica los intereses de su líder corrupta a perpetuidad. Las prebendas, los privilegios, el deseo incontenible de protagonismo y poder han hecho de nuestra educación y del sindicalismo una burla a aquellos que vieron en la organización sindical un poder transformador de condiciones y estructuras injustas.

Porque no podemos permitir que mafias o personas se apoderen de un sindicato y de los rumbos de la educación. Desde la socialdemocracia podemos imaginar otro sindicalismo, otra educación y hacerle frente a la maestra. Este es el enorme reto que los y las socialdemócratas debemos enfrentar para eliminar las desigualdades y la falta de calidad en la educación. Necesitamos un proyecto donde intervengan todas las voces, necesitamos no de mafias ni personas, necesitamos de proyectos impulsados por varios actores y actrices.

El contexto internacional nos enseña que si es posible. En Brasil por ejemplo, la Confederación Nacional de Trabajadores de la Educación continúa reivindicando la cuestión salarial, las condiciones laborales y de enseñanza, porque es válido y necesario pero a la par también ha tenido un papel fundamental en la elaboración de propuestas concretas para mejorar la educación[4].

El reto de la socialdemocracia en México es abatir aquellos privilegios que han sido y son muy costos para la educación en México. La socialdemocracia le debe apostar no a mafias ni a personas sino a proyectos, creo en la organización sindical no la de Elba Esther por supuesto, pero debemos luchar por un magisterio que sea vigía de las acciones gubernamentales, que promueva políticas tendientes a fomentar y revalorizar la educación pública de calidad, con equidad y sin discriminación.

Pero que difícil es transformar un sindicato cuando desde el poder mismo se premia y se recompensa al SNTE. Mientras no se cambien las reglas de nuestro sistema político de prebendas y recompensas pocas esperanzas podemos tener. A mi me parece finalmente que el camino que debemos transitar para mejorar la educación, es eliminar los privilegios de un sindicato ineficiente que ni responde a los intereses de los maestros ni a los retos de la educación. Porque la desigualdad en el acceso y permanencia en la educación y la mínima calidad son producto de un Sindicato que no permite la renovación.

Cuando se eliminen privilegios y cotos de poder podemos concebir la educación no como una constante memorización de datos, de fechas y de héroes, sino una educación en la que se fomente la imaginación y la razón, donde se discuta, donde se intercambie. Una educación que se adecue con las nuevas tecnologías, a las diversas condiciones y necesidades de la población mexicana. Una educación democrática para todos y todas. Donde ser indígena, mujer o tener algún tipo de discapacidad no sea impedimento para acceder al conocimiento.

El reto de la socialdemocracia es sin duda imaginar y concretizar una educación para ser ciudadanos libres, que logre el desarrollo de la sociedad con justicia social.

Estoy convencida que los y las socialdemócratas en México debemos impulsar y consolidar un movimiento social que defienda la educación pública de calidad y equidad, porque si bien existen organizaciones sociales y movimientos en el interior de los espacios educativos, existe una falta de articulación y de presencia real. En esta estrategia no puede faltar un actor que a mi parecer, es fundamental el Sindicato del magisterio, pero no este que ahora tenemos sino uno que sea autónomo, critico, y propositivo, que impulse, que dialogue y repiense la educación en nuestro país.

Desmontando redes de poder avanzaremos en la gran apuesta por la educación y la cultura como instrumento de progreso individual y colectivo.

Gracias!


RETO DE LA SOCIALDEMOCRACIA
§ FERNANDO GONZÁLEZ SÁNCHEZ YERNO SEA SUBSECRETARIO DE EDUCACIÓN BÁSICA,
§ UN SINDICATO CORRUPTO, SIN AUTONOMIA
§ PRIVILEGIOS Y COTOS DE PODER
§ SOCIALDEMOCRACIA IMAGINA UN NUEVO PARADIGMA EDUCATIVO
§



Bibliografía:

§ Las exclusiones de la educación básica y media superior en el D. F., Coedición del Gobierno del Distrito Federal y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), noviembre de 2006

§ Gadotti, M. (1996), “Estado e sindicalismo docente: 20 anos de conflictos”, en Revista Adusp, diciembre

§ Observatorio Ciudadano de la Educación

§ Foro Latinoamericano de Políticas Educativas en México (FLAPE).

§ UNICEF, página web: http://www.unicef.org/mexico/

[1] UNICEF, página web: http://www.unicef.org/mexico/
[2] Las exclusiones de la educación básica y media superior en el D. F., Coedición del Gobierno del Distrito Federal y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), noviembre de 2006
[3] UNICEF, página web: http://www.unicef.org/mexico/spanish/education_6884.htm
[4] Gadotti, M. (1996), “Estado e sindicalismo docente: 20 anos de conflictos”, en Revista Adusp, diciembre.




¿Izquierda Caviar o Socialdemocracia?: Una perspectiva crítica
Rafael Robles-Gil Cozzi

Hoy en día existe una tendencia discursiva predominante que sitúa a la Democracia Liberal como el menos malo de los regímenes políticos. La mayoría de los gobiernos occidentales apuntan hacia esa dirección como una meta ineludible que se debe ir perfeccionando. No plantean otra posibilidad, no contemplan otra alternativa. No obstante, debemos necesariamente considerar que existen contextos, culturas, naciones y pueblos, que no necesariamente se ajustan a esa forma de organización social, política y económica. Es preciso respetar otros ideales y otros caminos. Por lo tanto, debe reconocerse que la Democracia Liberal no es un modelo de exportación que pretenda implantarse de manera hegemónica en todo el globo.
Debemos partir de que el liberalismo y la democracia, provienen, cada cual, de tradiciones distintas. La primera, buscando de manera prioritaria la libertad a toda costa; y la segunda, luchando siempre por condiciones de igualdad, de justicia, y de equitativo acceso a la política y a la economía. Liberalismo y Democracia no son necesariamente contradictorios entre si, sino que unidos manifiestan una paradoja que ha de ser manifestada expresamente para su análisis. Reconocer esta paradoja nos permite comprender cuál es la auténtica fuerza de la democracia liberal
En este contexto, el socialismo democrático se sitúa como parte de éste sistema. Busca, de manera concreta un orden de vida en el cual el libre despliegue de la personalidad esta ligado al compromiso social
La paradoja existente entre liberalismo y democracia se ha buscado conciliar a través de los intentos paradigmáticos de John Rawls y Jürgen Haberlas; pero siempre el primero superponiendo el liberalismo y el segundo la democracia.
.
La perfecta libertad y la perfecta igualdad se vuelven imposibles. Sin embargo esta es la condición de posibilidad misma para una forma pluralista de la COEXISTENCIA humana.
En la modernidad, tras el advenimiento de la revolución democrática, vuelve a emerger la idea de que el poder debe ser ejercido por el pueblo, pero esta vez en un marco simbólico configurado por el discurso liberal con énfasis en la libertad individual y los derechos humanos.
La 3ª VIA capitula ante la hegemonía neoliberal cuyas relaciones de poder no cuestiona, y solo se limita a realizar únicamente algunos ajustes con los cuales poder contribuir a que la que gente haga frente a aquello que considera el destino ineludible de la “globalización”
Muchos partidos de izquierdas se están desplazando hacia la derecha y redefiniéndose eufemísticamente como “centro izquierda”. La 3ª VIA de Blair y el “nuevo centro” de Schröder, aceptan las reglas del juego establecidas por sus predecesores neoliberales. Incapaces o indispuestos a ver alguna alternativa a la imperante disposición hegemónica, abogan por situarse “más allá de la izquierda y la derecha” (categorías que presentan como obsoletas). Quieren crear un “consenso de centro”
El “centro” abandona la tradicional lucha por la igualdad bajo el pretexto de modernizar las exigencias democráticas. Esto encubre la negativa de considerar las causas de los sectores populares que quedan excluidos de sus prioridades políticas y sociales. Al haber perdido la confianza en el tradicional proceso democrático, estos sectores son un blanco fácil para los demagogos de la derecha.
El antagonismo entre las derechas y las izquierdas no puede ser erradicado. Este déficit es lo que impide la elaboración de un modelo adecuado de política democrática. Pensar que la política democrática puede consituirse sin estos dos polos puede tener consecuencias no deseadas.
La política pluralista democrática consiste en una serie de formas pragmáticas, precarias y necesariamente inestables de negociar su inherente paradoja.
La 3ª VIA, la “política sin adversario” pretende que todos los intereses se pueden reconciliar y que todo mundo puede formar parte del “pueblo”
Con el fin de justificar la aceptación de la actual hegemonía neoliberal –y pretender al mismo tiempo seguir siendo radical- la 3ª VIA pone en marcha un concepto de la política que ha evacuado la dimensión del antagonismo y que postula la existencia de un “interés general del pueblo”
Giddens propone trascender la dicotomía izquierda - derecha por considerarla irrelevante y vinculada a una bipolariad social que ha dejado de existir. Él sostiene que es necesaria una democracia dialógica y una vida política capaz de llegar a las diversas áreas de la vida. “democracia de las emociones”
Lo que falta en esta perspectiva es alguna comprensión de las relaciones de poder que estructuran las sociedades posindustriales contemporáneas. Nadie niega que el capitalismo se haya transformado radicalmente, pero eso significa que sus efectos se hayan vuelto más benignos. Quizá hayamos abandonado la idea de una alternativa radical al sistema capitalista, pero incluso una socialdemocracia renovada modernizada – que es lo que pretende ser la 3ª VIA- deberá desafiar las trincheras de la riqueza y poder de la nueva clase de gestores si quiere alumbrar una sociedad más justa y responsable. El tipo de unanimidad social que propugnaba Blair solo conduce al mantenimiento de las jerarquías existentes. Ninguna cantidad de diálogo o de prédica moral logrará persuadir jamás a la clase dirigente de que renuncie a su poder. El Estado no puede limitarse a únicamente tratar las consecuencias sociales de las deficiencias del mercado.
Es preciso redefinir la concepción tradicional de izquierda y derecha. Si se estudia adecuadamente, la democracia liberal moderna crea un espacio donde esa confrontación se mantiene abierta, donde las relaciones de poder están siempre cuestionándose y ninguna de ellas puede obtener la victoria final.
El conflicto y la división son inherentes a la política, la reconciliación definitiva no se puede alcanzar.
Imaginar que la democracia pluralista podría llegar a ser algún día un sistema perfectamente articulado es transformarla en un ideal que se refuta a sí mismo, ya que la condición de posibilidad de una democracia pluralista es al mismo tiempo la condición de imposibilidad de su perfecta puesta en práctica. De ahí la importancia de reconocer su naturaleza paradójica.

¿UNA POLÍTICA SIN ADVERSARIO?
“Humanizar al capitalismo” ha sido la línea de A. Giddens, pero la socialdemocracia subestimó la capacidad del capitalismo de adaptarse e innovar.
Giddens ha modificado ligeramente su posición respecto a desechar la tradición clásica socialdemócrata y en su libro más reciente “La Tercera Via” busca la “renovación de la socialdemocracia” significando esto: vaciar el proyecto socialdemócrata de su componente anticapitalista. Es decir, la superación del modelo del adversario y la apuesta de una política siempre ganadora.
Los defensores de este “centro radical” parten de la idea de que actualmente vivimos en una sociedad que ha dejado de estar estructurada por la división social y que la política opera supuestamente en un terreno neutral y que existen soluciones generales que podrían satisfacer a TODOS. Suponen que los conflictos son una mera competencia de intereses superable tan solo con el diálogo. Esta es la perspectiva liberal típica que considera a la democracia como una simple competencia entre élites (caviar) que invisibiliza las fuerzas del adversario y reduce a la política a una negociación de compromisos.
Se cree que al no definir un adversario es posible eludir los conflictos de intereses fundamentales.
Los programas llevados a la práctica por una renovada socialdemocracia debieran, en todo caso plantear un profundo desafío a las estructuras de poder y autoridad existentes.
La aceptación por parte de la izquierda de la importancia de las instituciones liberal democráticas se acompaña de la errónea creencia de que eso significa abandonar cualquier intento de ofrecer una alternativa al actual orden hegemónico. De ahí la sacralización del consenso, el borramiento entre la distinción entre IZQ y DER y la urgencia que manifiestan actualmente muchos partidos de izquierda de situarse en el CENTRO o cerca de él.
Una democracia que funcione correctamente requiere una confrontación entre las posiciones políticas democráticas y por lo tanto un debate real sobre las posibles alternativas. El consenso es necesario, si, pero debe ir acompañado del desacuerdo (meollo de la vida política democrática)
Si las fronteras políticas se vuelven borrosas, la dinámica se obstaculiza, las identidades se entorpecen, se genera el desinterés por los partidos políticos, se desincentiva la participación en los procesos y se anulan las posibilidades reales de militancia genuina. Los naturales antagonismos sociales deben dirimirse en la arena política plural democrática, antes de que se trasladen a otros ámbitos de la vida como el aumento de los fundamentalismos, nacionalismos, discriminaciones varias.
El vacío de la política invita muchas veces a trazar las fronteras políticas a partir de identidades novedosas o en torno a valores morales no negociables, como en el caso del aborto, la diversidad sexual, la despenalización en el consumo de ciertas sustancias, etc… pero esto lo que evidencía es un déficit democrático creado por el desdibujamiento entre derechas e izquierdas así como la trivialización del discurso político.
El creciente predominio del poder jurídico y el ensalzamiento al Imperio de la Ley deben entenderse en el contexto del debilitamiento de la esfera política democrática pública. Existe una marcada tendencia a esperar que el derecho proporcione las soluciones a todo tipo de conflictos. Se espera, pues, que el sistema legal organice la coexistencia humana y regule las relaciones sociales. Esta hegemonía del discurso jurídico pretende ser la que interprete la moralidad política de una comunidad… esto tiene como grave consecuencia la reducción evidente del espacio del debate político.
La democracia pluralista requiere de la creación de identidades colectivas en torno a posturas claramente diferenciadas, así como la posibilidad de escoger entre auténticas alternativas.
Redefinir a la IZQUIERDA tiene el fin de reactivar la lucha democrática y no proclamar su obsolescencia. Paradójicamente, pese a tener cada vez más victorias en la arena política europea, la izquierda sigue estando derrocada desde el punto de vista ideológico. La justificación habitual del dogma de que NO HAY ALTERNATIVA es que hay una GLOBALIZACIÓN unidireccional y unívoca a la cual hay que adaptarse e ir solventando de forma casi artesanal, sus deficiencias. Este mantra de la globalización justifica el statu quo y refuerza el poder de las grandes trasnacionales.
El Nuevo Laborismo, el “Thatcherismo con rostro humano”, han pretendido incluir a todo el mundo en “el pueblo” contribuyendo a su propia subordinación.
Todas las victorias significativas de la izquierda han sido siempre resultado de una alianza con importantes sectores de las clases medias, cuyos intereses habían sido articulados con los de los sectores populares. Esto no significa que dicha alianza requiera permanecer en un terreno intermedio y exija tratar de establecer un compromiso entre el neoliberalismo y los grupos que oprime.
La izquierda y la derecha clásicas se encuentran en crisis, resultando cada vez más difícil diferenciar entre las políticas de unos y de otros, lo que convierte a la política en una lucha de intereses, en una mera batalla por lograr la poltrona, donde las ideologías tienen un papel secundario. Esto es nefasto para la democracia y es la sensación que gran parte de la población tiene.
La nueva izquierda debe buscar nuevos campos de diferenciación con respecto a la derecha.
No se trata de agredir al sistema explícitamente sino a ciertos lineamientos nocivos de este y proponer alternativas integrales, aun en la forma de Estado.
La capacidad de integración social de los sistemas políticos se ve minada por la creciente existencia de desigualdades sociales y por la exclusión de un segmento significativo de la población de la economía activa. Grandes segmentos de población no se sientes representados y defendidos por los políticos. Las pugnas políticas parece que tienen su origen más en la lucha por el monopolio en la vida política que en diferencias programáticas reales, encontrándose la política recluida en un centro cada vez más estrecho,
Es necesario que la vida política vuelva a polarizarse, que se pongan sobre la mesa programas que representen alternativas reales y diferentes. Tanto en Europa como en Latinoamérica y en lo más cercano a nosotros, en Euskal Herria, puede ocurrir que el deterioro o la desintegración de los centros políticos, haga que surjan y rebroten movimientos populistas y totalitarios que deterioren la democracia.
MÉXICO:
Alternativa vive un enfrentamiento a la tediosa cultura política parroquial
Vivimos un dilema entre el ejercicio verdadero de una política diferente y el posponerlo para segundas etapas en la construcción del partido.
Debemos tener cuidado con el centralismo. Hoy, a pesar de que el partido fluye mucho mejor en las grandes zonas metropolitanas, debe comenzar a tejer una estrategia eficaz para derramar sus ideas en el interior de la República.
Búsqueda de la generación de ciudadanía a través del trabajo político de base, no obstante el reto de hacerlo sin la tentativa de generar clientelas a contrapropuesta de los principios por el partido abanderados.
Claridad en que la política de alianzas. Un partido que hoy se alía con el PRI y mañana con el PAN no es socialdemócrata. Es, en todo caso, una particularidad de nuestro sui-géneris sistema político que debe ser superada y trascendida.
Debemos ofrecer claridad en ¿qué voto es el voto por Alternativa?
No es un Voto útil
No es un Voto para ganar
No es un Voto de Centro (¿o si?)
¿es marginal?
El propósito es el registro a como de lugar. ¿?
Alternativa Socialdemócrata debe insistir en su distinción del resto de los partidos, debe, en la medida de lo posible, arrancar los vicios del trasnochado sistema de partidos en México, y convertirse, lenta, pero decididamente, en la definida ALTERNATIVA de izquierda, que un país como México necesita.

No comments:

About Me

My photo
He sido dirigente del movimiento estudiantil de 1968, dirigente en el PMT, miembro fundador del Movimiento de Acción Política y del PSUM en los setentas. Miembro Fundador de la UNORCA. De abril a julio de 2006 fui el coordinador general de la campaña presidencial de Patricia Mercado. Como funcionario público he sido Subsecretario en la Secretaría de Agricultura, y Subsecretario en la Secretaría de la Reforma Agraria en México entre 1988 a 1994. En 1995 me desempeñé como Director de Desarrollo Rural de la FAO en Roma y desde 1997 hasta 2005 fungí como Representante Regional de la FAO para América Latina y el Caribe. Como escritor soy miembro Fundador de La Jornada y colaborador de la Revista Nexos. De 2006 a 2009 fui profesor visitante en el Taller de Teoria Política de la Universidad de Indiana en Bloomington, dirigido por los profesores Vincent y Elinor Ostrom. EN 2015 fui Profesor Tinker en la Universidad de Wisconsin en Madison. He terminado dos libros a publicarse sobre la transición política en México. He terminado un libro sobre las reformas rurales en 1991 y estoy trabajando en una trilogía novelada. El primer tomo se llama 68.

Labels

Dulce trémulo